martes, 9 de octubre de 2012

El señor de los anillos : Tu anillo interior



       Cabalgando iba sobre el suelo difícil, en las colinas de hierba, piedras y tierra; cruzando infinitos campos de Irlanda a la velocidad del sonido que me atrae al principio de todo, cuando todo empezó y ahora tengo la oportunidad de verlo. 

       Al llegar a la luz del fuego nos detuvimos y el llanto de Andreita escribió una pausa aquí. 

       Gracias Enya ( how can i keep from singing ), y yo ¿ cómo podría dejar de escribir ? 

      Cuando llegué noté un aro luminoso: El anillo forjado por la oscuridad y el fuego, aquél fue creado para dominar a todas las criaturas de la Tierra, todo aquello que tenía alma podía ser controlado por él.

       El anillo tomaba forma de brazos, cuerpo humano y poco a poco me veía en él, hasta que vi mi total reflejo. Estaba en mi, está en todos nosotros. 

       Sigmund Freud decía que la sexualidad influye en casi todas nuestras decisiones, al menos a nivel instintivo. 

     Continúa: La existencia de fuentes de placer, la atracción de la pornografía y la visión de la sexualidad juegan un papel fundamental en nuestra manera de pensar y actuar. Las dos mayores fuentes de placer son la alimentación, la que nos permite seguir existiendo como individuo; y la sexualidad, que al estar relacionada con la reproducción, es la que nos permite seguir existiendo como especie.

      Todos poseemos ese anillo interior que está hecho, no de maldad, sino de placer, el cual puede llegar a controlarnos, como diría Cielo Latini, hasta límites insospechados. 

       La idea no es rechazarlo o reprimirlo, sino aceptarlo y aprender a convivir con él. No le tengas medo, estamos también hechos y llenos de placer, siempre buscamos satisfacer nuestros placeres, aunque muchas veces de manera descontrolada ya que el anillo tomó el control de nosotros. Si, su poder es tentador, el placer es tentador, pero creo que antes que todo está la Imaginación, tan o más poderosa que el mismo anillo. De hecho el poder del anillo radica en atacar y tomar el control de nuestra imaginación.

       Luego bajé de mi poderoso caballo y caí en mi cama, fijé la mirada porque continuaba despierto, siempre estuve despierto. Luego de ver la película quise buscar ese anillo dentro de mi y sólo mi caballo imaginado podía llevarme a él. Vi aquél anillo en mi interior, se sintió un placentero calor.

     Ahora el placer no es incontrolable, el anillo está en mi y yo lo controlo, aunque a veces sea tentador dejarse llevar y me dejo llevar porque se hasta donde llegaré, sin hacer daño a nadie o al menos esa es la idea. 

 Fin