viernes, 23 de agosto de 2013

Entre tú, una música y yo

Entre tú, una música y yo


Fui a una fiesta y no deseaba 
estar ahí, pero una música 
me invitó a pasar.
En el mar de miradas, cabellos
y anteojos pude verla.
Quizá fue porque ayer hice las
cosas que tenía que hacer 
o porque hoy hay luna llena.
Pero entre tú, yo y Linger
quiero decirte simplemente,
que me agradas.

G.A.M
Mi espacio inventado

entre tu, una musica y yo, linger, the cranberries


Y si deseo

Y si deseo


Y si el deseo fuera eso,
no me preocuparía ya por viajar.
Y si el deseo fuera ese lugar,
no me preocuparía de mi espacio inventado.
Y si el deseo fuera ese día,
no me preocuparía por estudiar.
Y si el deseo fueras,
no me preocuparía de enamorarme.
Y si el deseo fueran ellos,
no me preocuparía por ayudar.
Y si el deseo fue ayer,
hoy sería feliz.

Y si el deseo fuera eso,
no faltaría dinero.
Y si el deseo fueran esas letras,
no me preocuparía por escribir.
Y si el deseo fuera escuchar eso,
no me faltaría más música.
Y si el deseo fuera el silencio,
no me preocuparía la paz.
Y si el deseo fuera ser,
sería feliz.
Y si el deseo soy,
poco soy,
Y si deseamos juntos,
soy feliz.

G.A.M.
Mi espacio inventado

A veces

A veces


Editando encuentras a veces,
dibujando encuentras a veces,
construyendo encuentras a veces,
por donde vas y miras,
en tu camino encuentras a veces,
ideas que te seguirán por siempre.

                                    G.A.M
                Mi espacio inventado


A veces, a veces, buscando a veces




sábado, 27 de julio de 2013

Un natural instante

Un natural instante
El otro día estaba en el comedor universitario y entre tantas cosas que pensaba y veía, cosas como las horas que faltaban por estudiar, el fin del ciclo, los exámenes finales, lo picante que estaba la comida (mi enemigo: el picante), el tiempo que iba a trabajar aquél día y el dinero que tenía que juntar; los estudiantes que entraban y salían del comedor, la chica con minifalda en pleno pleistoceno limeño que entregaba su charola al “lava charolas”. Es decir, tantas cosas artificiales o creadas por el hombre estaban a mi alrededor (y sin contar con la chica) que de pronto me di cuenta que tenía algo tan hermoso y natural en mis manos, más natural que la sopa incluso, la cual seguramente fue preparada con mucho amor y sin estrés por el único chef de un comedor para mil estudiantes; así, más natural que aquella, la tenía en mis manos. Se trataba de una simple y esférica naranja, que a diferencia de toda la exquisita (y picante) comida preparada, era el único alimento sin intermediarios humanos para ser lo que es. Ningún Einstein, Hawking o Gastón Acurio podría crear algo así, tal y como lo hace la misma Tierra. No, ni siquiera Heisenberg (el ilusionista) y su truco del árbol de naranjo, aunque por un instante le creí, bueno hasta que el detective descubrió el truco al final de la película. Nadie.

Por un momento me quedé observándola y dejé de pensar en mis exámenes, en los libros que aún me faltaban por estudiar, etc. La naranja y yo éramos uno solo, me cautivó su color naturalmente perfecto o quizá me cautivó la sensación de tener algo tan natural en mis manos en medio de tanta tergiversación naturalmente humana; en fin, lo importante era que muchos minutos me parecieron tan sólo un instante o como le llamé, un natural instante.

Es curioso pensar que solemos trabajar con la sensación acogedora de que el fin de semana llegará pronto para relajarnos, para disfrutarnos y disfrutar de los placeres humanos y espirituales con los amigos, nuestra pareja o con nosotros mismos. Siempre anhelamos la sensación de paz y placer físico-mental; sin embargo creo que deberíamos de prestarle más atención a las cosas, pocas cosas a veces, naturales a nuestro alrededor; así como ver el cielo y perdernos entre las nubes, aunque aquí en Lima casi siempre sea gris, por algo le dicen "Lima, la gris", pero la verdad no me percaté de eso hasta hace poco. Quizá no le presté atención a lo gris del cielo hasta que maduré más y mi vida se tornaba más gris.

La guardé en mi maleta como un tesoro, levanté mi charola junto con los cubiertos, el tiempo, mis tareas, los humanos y mi estrés, se los entregué al lava charolas y salí a continuar el día.


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martes, 4 de junio de 2013

EL EFECTO OMSICA - La Meditación del Futuro - Muestra Gratis

LA MEDITACIÓN DEL FUTURO AHORA AL ALCANCE DE TUS OÍDOS


Descubre los beneficios de una Meditación Natural Asegurada sin tener que practicar años ni frustrarse en el intento.

Un Track para cada Necesidad:

Además de la tecnología, Omsica te ofrece la posibilidad de tener diferentes pistas de sonido de acuerdo a los diferentes momentos de tu vida diaria.Estos 5 Tracks Inteligentes forman lo que llamamos el "Flujo del Día Perfecto" ayudandote a construir una vida más saludable, próspera y plena día a día.¿Qué incluye el Flujo del Día Perfecto?
Son 5 pistas de audio de 30 minutos cada uno con diferentes funciones.No tienes que usar los 5 cada día. De hecho no tienes que usarlos TODOS los días, cada uno de estos sonidos fueron especialmente diseñados y creados para ayudarte en una parte particular de tus desafíos diarios.

El primero es: "Brisa Matinal"

El segundo es: "Punto Focal"

El tercero es: "Vientos de Ideas"

El Cuarto es: "Quietud Solar"

Por último... tienes que dormir ¿Cierto?
y descansar ¿Cierto? Por último tenemos :

El quinto es: "Luna Refrescante"




Fuentes:

Clases-Yoga

Omsica

domingo, 12 de mayo de 2013

Quise ser "pituca" - Mujer sin rostro

Esta historia la encontré en la red (en un foro), alguien acababa de compartirla, me  gustó mucho y quise compartirla en Mi espacio inventado con quienes me leen. Según quien me la compartió, me dijo que la historia está basada en experiencias reales, las cuales reflejan una realidad por la que suelen pasar muchas personas, tanto hombres como mujeres, pero en este caso se trata de una mujer, una mujer que quiso ser "pituca" en la sociedad limeña.

Cuando no amo mis raíces

Mi historia es una mezcla de complejos, vergüenza por mi realidad y frustración debido a mi falso concepto e idealización de la alta sociedad. Mi padre es todo lo contrario a mí en este sentido. Para él no había nada más gratificante que ser reconocido por su trabajo de obrero y ser tratado amablemente por sus jefes. Para mí, sin embargo, el simple hecho de que mi papá sea un obrero era motivo de vergüenza frente a mis “amistades”.

Viví más de 10 años pretendiendo ser alguien que definitivamente no era para encajar en un grupo de gente a la que poco le importaba yo. Voy a empezar narrando la historia de mi padre brevemente para brindar un contexto que permita sobreentender de inmediato de qué se trata todo esto.

Mi papá, hijo de provincianos que vino a la gran ciudad sin un cobre en los bolsillos es un hombre humilde y trabajador. Mi mamá nunca pintó mucho en nuestras vidas así que apenas la mencionaré. Miguel, mi papá, trabajó muchísimos años en una fábrica en santa anita, por lo que nos mudamos ahí cuando yo apenas tenía 3 años. Bueno, mi casa estaba oficialmente en santa anita en el papel, pero justo en el límite de santa anita con la molina, lo cual me permitía mentir un poquito y decir con orgullo que vivía en la molina. Esto es solo una antesala de lo que contaré en este relato. 

Cuando yo tenía alrededor de 11 años, a mi papá le ofrecieron trabajar en la casa de una señora muy adinerada y judía, empresaria y pituca como ella sola. En el entorno laboral de mi padre ya se sabía que mi papá tenía muy buena reputación ya que era trabajador y muy cumplido, eso no se lo quitará nadie. Y entonces mi papá trabajaba en esta mansión en la molina, era algo así como el “empleado” (usualmente es empleada, pero hacía la misma labor). Es decir, limpiaba, arreglaba el jardín, lavaba, planchaba… era el sirviente y nunca se avergonzó de serlo. 

Resulta que esta señora tenía un matrimonio fracasado, lleno de infidelidades e insatisfacción. Y como mi papá pasaba gran parte del día en esta casa, no fue sorpresa que eventualmente la señora lo invitase a pasar a su cuarto. Mi papá es una persona muy honesta, cabe resaltar, pero también sabía de las cosas que hacía su marido a escondidas y que iban más allá de una infidelidad: se trataba de cosas inmorales que mi papá vio casualmente y que le parecieron muy incorrectas. Todo esto llevó a que la señora, aprovechando su soledad en la vacía mansión y encontrando a mi padre en su cuarto de hora hiciera de él su amante. 

La señora (de ahora en adelante la llamaré Silvia) era muy agradecida, tanto que mi padre ya no era sólo su amante sino también su compañero y engreído. Fue así como empezó mi calvario. La señora visitaba todos los fines de semana bares, clubes, discotecas, restaurantes, etc. A1, es decir, lugares a los que iba a mirarse con la gente nice de lima, donde el esnobismo y la pedantería abundan y donde el que menos había viajado a Europa y tenía contactos en Estados Unidos, además de la casa en Asia y el carro último modelo. Y entonces, Silvia, como parte de su agradecimiento hacia mi padre (quien además la consolaba con palabras dulces cuando ella caía en la depresión de tenerlo todo y sentirse tan vacía) lo invitaba a cenar, bailar, tomar, pasearse, etc. a estos lugares llenos de gente pituca. Por cierto, yo me enteré años más adelante que Silvia no era sólo su amiga, pero yo me las olía porque ya tenía 13 años cuando recibía estas invitaciones. 

Como yo era adolescente y a mi papá no le gustaba dejarme sola en casa, me llevaba a estos lugares y yo me asombraba de la cantidad de chicos y chicas que al hablar mezclaban el inglés con el español y que rajaban de ver a alguien mal vestido. Nunca faltaba el hippie zarrapastroso dentro de ese entorno, el que se rebelaba a vestirse bien y que jalaba la atención y el raje de los demás. Y todo esto, hasta el tipo racial y los zapatos huachafos o el pelo mal teñido de cualquiera era motivo de chisme y raje.


¿Encajar en la alta o baja sociedad?



“¡Te lo juro weona!”, “puta broder que huevón eres”, “aj, a esa serrana no me la levanto nicagando” eran solo algunas de las frases que más sonaban en estas reuniones de tacones caros y apellidos extranjeros.

No obstante, esta realidad era totalmente diferente a mi barrio humilde y mi ropa comprada en el mercado. ¿Y qué? Pensaba yo. ¿Y qué si mi ropa la compré en el mercado y no en el Jockey Plaza? En Gamarra producen ropa buenísima y le ponen etiquetas nice para mandarlas a los centros comerciales. Desde este punto no estoy muy lejos de ellos…

Aparentar algo que en realidad no 
somos

Fui aproximadamente un año a estos eventos que salían en las revistas, pero nunca hice amistades. Me sentía avergonzada de que me preguntasen de dónde venía, así que me limitaba a observar a estas personas y disfrutar de lo que me ofrecía Silvia, siempre al lado de mi papá.

Silvia no pudo emplear más tiempo a mi papá porque su esposo empezó a sospechar de alguna infidelidad, así que mi papá regresó a trabajar como obrero. En ese año mi papá me matriculó en el ICPNA, y ahí conocí a la persona que desencadenó mi historia. Francesca, una chica de descendencia italiana, con la piel muy blanca y los ojos verdes y que encajaba perfectamente en las reuniones a las que yo había asistido se convirtió en mi “amiga”. Apenas la empecé a conocer supe que ella podría llevarme como amiga a sus tantas reuniones en Asia y en Larcomar.

A pesar de desenvolverse en un entorno de alta sociedad, Francesca no era del todo bienvenida por su excesivo sobrepeso y su actitud poco atractiva. Era muy guapa, pero al estar descuidada se sentía rechazada dentro de su grupo. Y entonces entré yo en el panorama, la chica pilas, tonera y siempre con escote, dispuesta a pasarla bien en cada fiesta.

Mi primer apellido es hispano, pero si a mi segundo apellido le cambias una letra suena italiano. Me di cuenta de esto en una de mis tantas tardes en que perdía el tiempo tratando de analizar cómo encajar en mi nuevo entorno. Sí, suena bastante europeo, y podría usarlo como mi primer apellido… ¿Quién se enteraría? ¿Quién va a revisar mi documento de identidad?
Físicamente soy una chica bajita, morocha y bien perucha. De gringa no tengo nada. Así que con mis ahorros de adolescente fui a la peluquería a hacerme una iluminación “que parezca natural, por favor… porque soy demasiado acomplejada…”

Antes de conocer a Francesca nunca había probado alcohol, ni había tenido un enamorado. Pero mi nueva amiga necesitaba salir, divertirse, tomar, bailar… había sido una chica de su casa mucho tiempo, y yo también lo era. Así que… “Frances, este fin de semana ponte tu ropa más coqueta que nos vamos a Gótica”.

El día anterior de la juerga no pude dormir. Me voy a Gótica, a presentarme a mi nuevo entorno y sentirme parte de él… ¡mínimo me compraré un vestido, mínimo! 

Nunca le conté a mi papá lo que planeaba, ni a dónde me iba esa noche. No le gustó que salga vestida con tremendo escote y semejante minifalda. Él siempre me vio muy recatada, pero no insistió en el tema. Si supieras, papá, que mi apariencia no me favorece entre tanto “blanquito bonito”, pero luciendo mi cuerpo firme conseguiré miradas de quienes yo quiera…

Durante dos años fui a las discotecas más caras con mi amiga, a quien por cierto, nunca le comenté de donde venía realmente. Yo vivía en la molina, era descendiente de italianos, y había estudiado en el colegio Newton…
Un día en una fiesta conocí a una chica del Newton, de verdad. Según mi mentira, ella hubiese sido de la misma promoción que yo, lo cual era imposible porque no era un colegio tan grande y me dijo que nunca me había visto. Me puse nerviosa, tartamudeé, y finalmente dije que me había salido del colegio dos años antes. Era evidente que estaba mintiendo, felizmente estábamos las dos solas. Ella me miró un rato con cara de ¿estás segura mamita? Yo nunca te he visto… Pero supe llevar la conversación y al poco rato estábamos hablando de otros temas, como lo fea que era la enamorada de tal y lo churro que era el modelito tal, qué asco que se haya fijado en esa chola que usa jeans marca Milk, esos los venden en gamarra… Sí, qué asco….

Entre los chicos que conocía nunca faltaba el tranquilón, el pavo, el que no había tenido novia a causa de su timidez, pero que tenía una mansión y harto billete como para invitar a su chica a donde ella quisiera. Esos eran mi blanco.
Primero Eduardo, luego Manuel, luego Javier… todos chicos muy de su casa a los que engatusaba con mi rollo caritativo tratando de demostrar que soy una buena persona que desea ayudar a los más necesitados… sí, mal floro de miss universo.

Todos ellos se enamoraron de mi personaje. Y yo andaba de reunión en reunión, siempre tomando tragos caros que ellos me invitaban y bailando como loca en la pista de baile mientras “de casualidad” se me bajaba el escote. Ahí nunca faltaba alguien que me mirase, y ese era mi víctima hasta lograr establecer una relación de pareja superficial y tonta pero que me mantuviese en ese entorno. 
Recuerdo una vez que salí con una “amiga” mía que conocí por Francesca, y en el bar había un chico que no dejaba de mirarme. Ella me avisó que volteara a verlo, y cuando lo vi dije (con tono despectivo): ¿EL? Pfffff sí parece un jardinero.

¿Un jardinero? ¿Saben quién era un jardinero y empleado? Mi padre, y a mucha honra. Me avergonzaba de mis propias raíces, de mi pasado, del oficio de mi padre, de mi clase social. 

Pero no había quien me haga entender eso, hasta que uno de mis novios (el último que tuve antes de alejarme por completo de esa gente) me hizo el desplante más humillante. Estábamos en una fiesta y se había excedido con el trago. Después de decir varias idioteces que ya me dejaban en ridículo, como que a mí me gustaba que me silben en el paradero y por eso andaba semi desnuda, que yo rajaba de la ropa de gamarra cuando él nunca me vio puesta una prenda de marca que haya comprado con mi dinero y no con el suyo, lanzó una pregunta que toda la reunión escuchó:

Oye Priscila… ¿tú eres bien morenita, no? ¿Estás segura de que tienes familiares italianos? Yo más bien te veo bien peruanita… ¿Y del Newton, dices no? ¿Newton de Villa el Salvador no será?
La sala entera se rió a carcajadas. Traté de disimular haciéndome la tonta, pero era obvio que algo me atormentaba. Para terminar de humillarme, mi ex novio me dijo:

¿Por qué nunca me dejas acompañarte a tu casa? Siempre dices que el taxi seguro te puede llevar… ¿Me llevarías a tu casa? ¿No será que vives en un sitio horrible y te avergüenza?

¿Y qué podía refutar yo? Yo estuve pretendiendo todo ese tiempo. Era iluso pensar que nadie lo notaría. Mi disfraz y mi dignidad estaban perdidos. Me emborraché con ganas, me fui en un taxi con mi “amiga” y solo le dije que mi ex novio estaba demasiado borracho y por eso hablaba tonterías, que nada era cierto. Al día siguiente lloré, lo insulté y quise decirle que diga a todos los invitados que todo fue mentira, que no le hicieran caso, que había dicho tonterías por borracho, que yo no mentía. 

Me alejé de estas reuniones y nadie lo notó. Como si nunca hubiese sido parte del grupo, nadie me llamó ni me volvió a invitar. Seguramente estaban muy ocupados planeando sus viajes a Miami o comprando ropa para el súper evento de cada fin de semana. Lo cierto es que mi personaje no volvió a salir a la luz y yo aprendí a golpes que en la humildad se puede vivir mejor y que aparentar no sirve de absolutamente nada.

(Relato basado en la historia real de “Priscila”, una persona que conocí)

Autor: Priscila

sábado, 20 de abril de 2013

Etapas del ciclo de vida del ser humano

Etapas del ciclo de vida humano


Los ciclos de la vida
La rueda de la vida
El día que entendí que no vivimos una sola vida, sino vivimos muchos y diferentes ciclos a lo largo de la vida todo empezó a tener mas sentido para mi.

Y es que todo en la vida tiene un principio y un final: la vida con tus padres, la vida con tus hijos, la pareja, la familia, los amigos, un trabajo, un negocio, etc. . Cada persona o situación representa un ciclo en tu vida. 

Entender que los ciclos que estas viviendo actualmente empezaron hace algún tiempo y terminaran pronto o en algunos años, harán que valores a las personas y a las situaciones de diferente y mejor manera. Harán ademas que entiendas que cada persona que se vaya de manera natural o voluntariamente de tu vida, representa el final de ese ciclo particular que te tocó vivir con ella. Nada ni nadie es eterno. Algunas cosas hermosas suceden en ciclos muy largos. Algunas solo en semanas y pueden ser ciclos que cambiaran para siempre tu vida. Disfruta con intensidad y pasión de cada persona y cada situación de los ciclos que estés viviendo en este momento. Ámalos, demuéstraselos, aprende de ellos, vívelos intensamente y trata de usarlos para cambiar y mejorar a otras personas en sus propios ciclos. 

Hoy puede ser el inicio de un nuevo ciclo de tu vida. Solo de ti dependerá que tan provechoso pueda ser. Tal vez conozcas a la persona que cambiará tu vida en este ciclo. Tal vez esa persona se vaya en este ciclo. No importa. Disfrútalo mientras dure. Vívelo honestamente, a plenitud, con pasión y todo tendrá nuevamente sentido.


Fuente: Anónimo


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Los ciclos de la vida



jueves, 18 de abril de 2013

Contigo o Sin Ti, Pero Nunca Sin Mi

Me gustaría reflexionar con la siguiente frase:

Contigo o Sin Ti, Pero Nunca Sin Mi



Te enseñaré a volar, pero no volaré tu vuelo.
Te dibujaré una vida,
pero solo tú podrás darle color.
Te gritarán y aconsejarán,
pero solo tú escucharás tu silencio.
Descubre, ama y aprende 
en tu mundo interior.



lunes, 11 de febrero de 2013

Como niños distraídos


Como niños distraídos 


            Discúlpame por ver el mundo así,

         aunque yo tomé las decisiones, todos

     a mi alrededor, incluso quien me dio la vida,

me dieron la espalda

cuando más... los necesitaba

Perdónanos,

porque como niños distraídos

no teníamos total consciencia de

lo que hacíamos, sólo nos dejamos llevar

por las emociones
  


                       Atte. 
    
                     Un adicto 

                                 

                                                                                                         

                                                                  


La vida tiene irrefutables contrastes

como abajo-arriba, luz-oscuridad

Todos somos adictos a algo,

que nos ayuda y daña. Podemos elegir.

No somos tan diferentes,

Cada vez que me dejo vencer, te abandono

Tú y yo nos reflejamos como luces

en un mismo espejo

Perdóname

porque como un niño elegí distraerme

y sabía lo que hacía.



                                 Atte.

                                                    Mi espacio inventado





viernes, 11 de enero de 2013

Minina conversación




 ¿ Quién dice que la vida es sueño ?

pregunta un gato a la orilla del sofá. 

Tu mirada es confusa desde tu minina naturaleza,

respondí imaginando escucharlo en verdad.

Pero si mientras te veo, te veo feliz, para mi todo es verdad.

El problema no eres tu, sino el ego humano que nos impide volar,

muchos viven soñando, pero mueren al despertar.

Al moverse mi cola me doy cuenta de que todo es real,

Yo no sueño, vivo el sueño contigo ahora.