Un natural instante
Un natural instante El otro día estaba en el comedor universitario y entre tantas cosas que pensaba y veía, cosas como las horas que faltaban por estudiar, el fin del ciclo, los exámenes finales, lo picante que estaba la comida (mi enemigo: el picante), el tiempo que iba a trabajar aquél día y el dinero que tenía que juntar; los estudiantes que entraban y salían del comedor, la chica con minifalda en pleno pleistoceno limeño que entregaba su charola al “lava charolas”. Es decir, tantas cosas artificiales o creadas por el hombre estaban a mi alrededor (y sin contar con la chica) que de pronto me di cuenta que tenía algo tan hermoso y natural en mis manos, más natural que la sopa incluso, la cual seguramente fue preparada con mucho amor y sin estrés por el único chef de un comedor para mil estudiantes; así, más natural que aquella, la tenía en mis manos. Se trataba de una simple y esférica naranja, que a diferencia de toda la exquisita (y picante) comida preparada, era el único a...