Sugerencia: Leer escuchando esta música
 |
| Nací en borrador |
Hoy mientras caminaba en la universidad dos chicas pasaban cerca y alcancé a escuchar borrador y como en ese momento estaba pensando en retroceder el tiempo, ya que había llegado tarde a un examen final y la profesora con todo su doctorado me dijo simplemente: Ya es muy tarde, no puedes entrar, lo siento. Y no era para menos, me lo merecía en verdad, pues llegué una hora terrícola tarde; claro que en mi espacio inventado actual la ilusión del tiempo no encaja con mi pésimo rendimiento ultimamente y eso no me ayuda a percibirlo como debiera para que me vaya mejor en este mundo. En fin, esa palabrita que escuché casualmente y las ideas que venían a mi mente se fundieron para crear Nací en borrador.
Quizá este texto debería ser el nacimiento de otro llamado “¿Nacimos del amor?”, sin embargo este último ya había nacido antes, muchos días antes. Anyway... ahora conversaremos sobre el primero.
Todo trabajo cuya intención es ser bien presentado, antes tuvo que haberse hecho en borrador. En lo profesional un artista primero hace el boceto para crear la obra de arte. Muchas cosas las hacemos primero en borrador, pero qué hay de nosotros? antes de nacer, nos prepararon como debe ser ? , es decir, nos planearon en verdad? Nos imaginaron, luego existimos ?
 |
| Nacimos en borrador |
Cuántos nos preguntamos si en verdad nacimos premeditadamente ?
O es que en realidad nacimos de la casualidad absoluta. Nacimos quizá en un momento no esperado, no prepararon nuestra creación, tan sólo somos producto de la mezcla de unos trazos del pintor distraído, quizá nacimos en la prueba, en el a ver qué pasa. Quizá nacimos en borrador.
Muchas de las cosas que consideramos importantes en nuestro día a día son esencialmente casualidades del destino aparente para cualquier persona; sin embargo según el libro Sincrodestino dichas casualidades son en verdad señales de lo que el universo tiene preparado para nosotros, señales que según el libro son más evidentes cuando más inocentes está nuestra atención, como la de un niño o quizá mientras estemos pasando por un momento de gloria.
Pudimos nacer en medio de las casualidades, de las distracciones; sin embargo quizá todo y todos formaban parte de la orquesta para crear la compleja sinfonía que eres, soy quizá - como lo dijo alguna vez Albert Einstein - una sinfonía inconclusa. Tal vez no sea en realidad importante frustarnos en el por qué estamos aquí, por qué estamos donde estamos, por qué vemos, por qué sentimos, por qué pensamos. Somos una sinfonía que se escribe, edita, que suena, distinto día a día. En el mejor de los casos tenemos el poder de borrar algo de nosotros, pocas veces somos conscientes de ese poder con el cual podemos volvernos a crear. Borrar las cosas que nos perjudican en nuestro desarrollo intelectual, emocional y físico no es tarea fácil, de hecho es el trabajo más difícil del mundo. Pero tenemos que ser conscientes de que en realidad hemos nacimos en borrador y que por lo tanto tenemos el poder de moldearnos cuando deseemos. Somos la orquesta y el que dirige la orquesta y somos la sinfonía de nuestra propia obra que creamos o que podemos crear. Tal vez algunos viven dirigidos por otros y lo peor es que creen que eso es su única realidad que tienen.
Tal vez el universo tiene preparado algo que siempre es especial para cualquiera, para mi. Soy el único que tiene el poder de cambiar mi realidad. Estoy feliz de haber nacido (o al menos deseo creerlo así) en medio de las casualidades, en un boceto, en un borrador. Tengo mucho que expresar, mucho que aprender, mucho que ayudar. De la mano con la música puedo crearme en la mejor obra que deseo mostrar al mundo hoy.
